La compra de medicamentos es un aspecto crucial para nuestra salud, pero lamentablemente, en el mercado actual, existen riesgos asociados a la falsificación de estos productos. Para garantizar la seguridad y eficacia de los medicamentos que adquirimos, es fundamental seguir una serie de recomendaciones y precauciones.
¿Qué es un medicamento falsificado?
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) define los medicamentos falsificados como: “Aquellos que se ofertan bajo la apariencia de originales o autorizados. Estos medicamentos pueden contener principios activos distintos a los declarados, no contener ningún principio activo, o contenerlo pero a dosis diferentes a las autorizadas. Los medicamentos falsificados pueden también contener sustancias muy nocivas que pueden producir daño a la salud o el empeoramiento de una enfermedad.”
Estas falsificaciones representan una grave amenaza para la salud pública, ya que pueden contener ingredientes incorrectos, dosis inadecuadas o incluso sustancias tóxicas. Estos productos no sólo son ineficaces para tratar las enfermedades, sino que también pueden causar daños graves e incluso poner en riesgo la vida de quienes los consumen.
¿Cómo identificar un medicamento falsificado y poder evitarlo?
Para empezar, deberíamos saber si el medicamento que necesitamos está autorizado por la AEMPS. Para conocer esto podemos dirigirnos a este buscador en su página web https://cima.aemps.es/cima/publico/home.html. Aquí podremos comprobarlo.
Para combatir el problema de los medicamentos falsificados, es fundamental que los consumidores tomen medidas preventivas y adopten prácticas seguras de compra. Algunas de estas medidas incluyen:
- Adquirir medicamentos únicamente en establecimientos autorizados y certificados, como farmacias y establecimientos de salud.
- No comprar medicamentos por Internet en sitios web de dudosa procedencia o que no cumplan con las regulaciones legales.
- Verificar la autenticidad de los medicamentos mediante la consulta de su registro sanitario y otros datos de identificación.
- Comparar el medicamento con uno auténtico que se haya adquirido previamente. Prestar atención a cualquier diferencia en el tamaño, forma, color o sabor del producto.
- Revisar el etiquetado del medicamento en busca de posibles errores ortográficos o gramaticales, así como de información incompleta o incorrecta.
- Siempre verificar la fecha de caducidad del medicamento y asegurarse de que esté claramente indicada en el empaque.
- Observar el estado de la caja y cualquier signo de manipulación o adulteración, como envases mal sellados o etiquetas despegadas.
- Informar a las autoridades competentes en caso de sospechar que has adquirido un medicamento falsificado o de baja calidad.
¿Cómo se actúa en España para evitar la falsificación de medicamentos?
Aunque en España no se han reportado casos de medicamentos falsificados en el canal legal de dispensación, sí se han detectado en el canal ilegal. Para abordar esta problemática, la AEMPS ha implementado diversas iniciativas:
- Estrategias Cuatrienales: Desde 2008, se han desarrollado estrategias para combatir los medicamentos falsificados, con un enfoque que complementa la regulación y promueve la participación de todos los sectores implicados. Actualmente está en curso la Estrategia frente a medicamentos falsificados 2016-2019.
- Ratificación de Convenios Internacionales: España ha ratificado el Convenio del Consejo de Europa sobre la falsificación de productos médicos y delitos similares (Convención Medicrime), en vigor desde 2016. También se han modificado las leyes penales para abordar los delitos relacionados con la falsificación de medicamentos.
- Participación en Organizaciones Internacionales: España a nivel mundial, participa activamente en el Mecanismo de los Estados miembros para productos médicos de calidad subestándar y falsificados de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como en la Red Europea de Autoridades de Medicamentos (EAMI), colaborando en el intercambio de información para combatir la falsificación de medicamentos.
En la Unión Europea, se han implementado medidas adicionales para proteger a los pacientes de los medicamentos falsificados, incluyendo:
- Requisitos más estrictos para las importaciones de principios activos.
- Mejoras en la cadena de distribución de medicamentos.
- Identificación de sitios web legales para la adquisición de medicamentos.
- Inclusión de dispositivos de seguridad en los envases de medicamentos sujetos a prescripción.
En España, el Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM) gestiona un repositorio nacional al que se conectan más de 23.000 agentes de la cadena de distribución y dispensación. Este sistema permite verificar la autenticidad de los medicamentos mediante dispositivos de seguridad incluidos en los envases. Este procedimiento de autenticación se aplica a los fármacos que requieren una receta médica y deben contar con dos mecanismos de seguridad.
El primero consiste en un código de identificación único (presentado en forma de código datamatrix), el cual incluye el código del producto, un número de serie de 20 caracteres generado por un algoritmo de aleatorización, el número de lote y la fecha de vencimiento. Este código permite verificar la autenticidad y distinguir cada caja de cada medicamento de manera individual. Además, en el caso de España, según lo solicitado por las autoridades locales, el código datamatrix también incorpora el número nacional de reembolso, ya sea dentro del propio código del producto o en un campo separado.
El segundo mecanismo de protección es un sistema antimanipulación diseñado para asegurar que la caja no ha sido abierta desde su salida de la cadena de producción hasta su entrega en la farmacia para su dispensación.
Además, se ha establecido un mecanismo para notificar a las autoridades competentes sobre sospechas de manipulación o falta de autenticidad en los medicamentos.
En resumen, España y la Unión Europea han implementado medidas integrales para prevenir y combatir la falsificación de medicamentos, garantizando la seguridad de los pacientes y la integridad de la cadena de suministro farmacéutico.
Al seguir las recomendaciones y precauciones mencionadas anteriormente, puedes protegerte a ti mismo y a tus allegados de los riesgos asociados con los medicamentos falsificados y garantizar que recibas productos seguros y eficaces para tu tratamiento médico. Ya que la falsificación de medicamentos representa un grave riesgo para la salud pública, requiere una acción concertada por parte de los consumidores, las autoridades sanitarias y la industria farmacéutica para combatirla.